La noticia que hace pocos días inundó todos los telediarios está causando conmoción allá por donde se propaga y no es para menos, me refiero al experimento social realizado en Nueva York, donde un niño de corta edad se encuentra tirado en la calle con mangas cortas, tiritando y pidiendo ayuda, todo esto con unas temperaturas que superan los 15 grados bajo cero. Dado que nadie lo socorre decide meterse en la bolsa que lleva consigo para así intentar apaciguar el gélido día, pero de poco le vale.
Mientras tanto algunos cuidadanos neoyorkinos caminan a su lado, sin ni siquiera regalarle una mirada, otros lo miran pero es lo único que hacen, otros se lamentan del hecho que están visualizando pero no hacen nada por ayudarlo, incluso se paran a observarlo pero siguen su trayectoria, hasta que al cabo de dos horas aparece en escena un hombre, el cual se sienta a su lado, pregunta si se encuentra bien y le ofrece su abrigo y dinero,este último recaudado pidiendo en la calle, puesto que él es un verdadero mendigo, el que aún sin recursos da en ayuda lo poco que tiene, demostrando su solidaridad y bondad.
Por otro lado se demuestra la frialdad e indiferencia de todos los que pasaron a su lado, ignorándolo, no mostrándose compasivos con el niño y haciéndole de menos porque no tenga el suficiente dinero como para tener ropa abrigada y una vivienda, es decir, tener recursos.
La sociedad avanza y evoluciona pero a la vez está perdiendo muchos valores, como en este caso el de la ayuda hacia el necesitado, ni siquiera un niño ha conseguido ablandar el corazón de los viandantes y ésto supone un empobrecimiento muy grave de la sociedad y de las almas de cada una de esas personas.
En España se está atravesando un período de crisis que está dejando a muchas familias en la ruina, familias que antes eran pudientes en cuanto a economía se refería, pero que con la pérdida del empleo, por ejemplo, han ido viendo como sus vidas iban dependiendo cada vez más de sus familiares o incluso de las ayudas sociales para poder alimentarse, ésto confluye en una situación desbordante, la cual podemos sufrir cualquiera de nosotros ( clase media ) y por ello debería encendérsenos un "pilotito" que brindara ayuda, donaciones, limosnas...
Esta situación la tenemos a pie de calle cuando paseamos por nuestras ciudades o pueblos y vemos a personas sin recursos pidiendo dinero, trabajo o comida, y quisiera saber cuantos de nosotros nos hemos parado a ayudarle o simplemente a conversar y ofrecerle una plática amigable a alguno de ell@s, puesto que muchas veces una persona que te escuche te ayuda más que una que te dé 50 céntimos.
Con esto reivindico una reflexión interior, de cada uno de nosotros, para ponernos en el lugar del otro, empatizar hacia él y entender que ninguno de ellos quiere permanecer en esa situación deplorable e inhumana ni nadie está a salvo de estas situaciones de máxima pobreza.
http://www.cuatro.com/noticias/internacional/reaccionarias-muerto-frio-plena-calle_2_1946730007.html
Educación y paz para todos, un saludo.
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