En nuestra infancia, uno de los animales más temidos para todos nosotr@s fue el lobo, "ese animal malvado que asesina a todo ser viviente, despiadado, oscuro y terrorífico". Todo ésto por hacer de "malo" en el cuento de Caperucita Roja, pero como dicen por ahí "El lobo siempre será malo si sólo escuchamos a Caperucita" y tiene toda la razón.
El lobo (Canis lupus) es un mamífero carnívoro, pariente cercano de nuestros perros domésticos, que vive en manadas, de lo cual se sirve para cazar a sus presas. Actualmente en peligro de extinción.
Bien, pues en lo que me quiero centrar es en esto último, su población ha disminuído considerablemente en las últimas décadas y la principal causa de ésto, es la presencia humana. En la Península Ibérica se ha perseguido para darle muerte, pues "destroza y roba cabezas de ganado", el cual está inmerso en su hábitat.
Es totalmente contradictorio que luchemos por la supervivencia de su especie, a la vez que lo asesinamos indiscriminadamente, por ser incoveniente a los humanos. Tenemos que tener en cuenta, que el medio ambiente y la sostenibilidad de las especies depende en parte de todos nosotros, y que lo que más hacemos es dañarlo y contaminarlo con nuestas prácticas, como la cinegética, teniendo como objetivo el lobo.
Es totalmente contradictorio que luchemos por la supervivencia de su especie, a la vez que lo asesinamos indiscriminadamente, por ser incoveniente a los humanos. Tenemos que tener en cuenta, que el medio ambiente y la sostenibilidad de las especies depende en parte de todos nosotros, y que lo que más hacemos es dañarlo y contaminarlo con nuestas prácticas, como la cinegética, teniendo como objetivo el lobo.
Mi crítica va dirigida a nuestras políticas despreocupadas e ignorantes, que se dedican a exterminar una de las especies más representativas de la península, como es el lobo, desechando toda posibilidad de auxilio a este bello canino, cuales familiares tenemos en nuestras casas.
Canción de los lobos
"Ruge y retumba la tormenta
Por la enlutada bóveda del cielo,
Y sobre el dorso de impetuosas ráfagas
Cabalgan las deidades del invierno.
Ni el frígido erial donde vagamos
Sin acierto buscando alguna senda,
Ni un arbusto descubre la mirada
Que el suspirado abrigo nos ofrezca.
Allí en la cueva el hambre que nos mata,
Y fuera de ella el frío que nos hiela;
Entreambos, como rudos cazadores;
Sin piedad nos acosan por doquiera.
Y píntaseles otro en la batida:
Del cargado fusil la saña fiera
Deja sobre la nieve señaladas
Con nuestra roja sangre nuestras huellas...
Tenemos frío, sí; tenemos hambre
Y el mortífero plomo nos asedia
Pero ¿qué importa?... En cambio somos libres.
¿Oh, santa libertad! ¡Bendita seas!"
Por la enlutada bóveda del cielo,
Y sobre el dorso de impetuosas ráfagas
Cabalgan las deidades del invierno.
Ni el frígido erial donde vagamos
Sin acierto buscando alguna senda,
Ni un arbusto descubre la mirada
Que el suspirado abrigo nos ofrezca.
Allí en la cueva el hambre que nos mata,
Y fuera de ella el frío que nos hiela;
Entreambos, como rudos cazadores;
Sin piedad nos acosan por doquiera.
Y píntaseles otro en la batida:
Del cargado fusil la saña fiera
Deja sobre la nieve señaladas
Con nuestra roja sangre nuestras huellas...
Tenemos frío, sí; tenemos hambre
Y el mortífero plomo nos asedia
Pero ¿qué importa?... En cambio somos libres.
¿Oh, santa libertad! ¡Bendita seas!"
Educación y paz para todos, un saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario