Es 8 de marzo, día internacional de la mujer, la mayor flor que crecerá sobre nuestros campos, la primavera contínua, la creadora de vida en su interior, la madre de tod@s nosotr@s. Debería celebrarse en cada rincón del planeta por igual, es decir, elogiando nuestro sexo y brindando por la igualdad y respeto que se le da, pero no, por desgracia esto no es así, aún en pleno siglo XXI hay maltrato físico, verbal y psicológico, desigualdades, violencia, pequeños actos cotidianos machistas, menor salario, desigualdad de oportunidades, ablaciones (mutilación genital femenina), religiones, etnias y tribus que atentan al respeto de nosotras...
Despreciable es esta situación, inmoral que aún parezca que vivimos en siglos pasados, donde la mujer era esclava y sirvienta del hombre, donde no tenía ni voz ni voto para nada.
Por ésto, tenemos que seguir luchando contra la violencia y las injusticias hacia la mujer, una sociedad debe ser igualitaria y respetuosa con todos sus seres para poder avanzar, el cambio está en nuestras manos, es obligación de todos luchar por la verdadera equidad. Educar a nuestras hijas e hijos por igual, sin diferencias de género, pues todos somos iguales, todos tenemos la libertad de elegir qué, cómo, cuándo y dónde hacer lo que deseemos, sin ningún tipo de represión o prohibición por nuestro género, debemos hacer florecer a cada persona, independientemente de su sexo, educar en valores y actitudes que condenen la coerción de la mujer e ir progresando hacia un futuro próximo totalmente homogéneo.
'Balada en honor de las musas de carne y hueso', de Rubén Darío.
"Nada mejor para cantar la vida,
y aun para dar sonrisas a la muerte,
que la áurea copa donde Venus vierte
la esencia azul de su viña encendida.
Por respirar los perfumes de Armida
y por sorber el vino de su beso,
vino de ardor, de beso, de embeleso,
fuérase al cielo en la bestia de Orlando,
¡Voz de oro y miel para decir cantando:
la mejor musa es la de carne y hueso!" [...]
y aun para dar sonrisas a la muerte,
que la áurea copa donde Venus vierte
la esencia azul de su viña encendida.
Por respirar los perfumes de Armida
y por sorber el vino de su beso,
vino de ardor, de beso, de embeleso,
fuérase al cielo en la bestia de Orlando,
¡Voz de oro y miel para decir cantando:
la mejor musa es la de carne y hueso!" [...]
Educación y paz para todos, un saludo.

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